A 200 años de nuestra independencia y entre celebraciones guiadas por la mercadotecnia que dan pauta para poner de “moda”, los nombres de los héroes nacionales habremos de culminar el 2010.
Con el pecho erguido hemos escuchado clamar por “los héroes que nos dieron patria y libertad” a pesar de que nuestra nación se encuentra endeudada y sumida en la debacle económica lo que desmiente que seamos un país verdaderamente independiente.
Un importante sector de la sociedad ha vivido las “fiestas del bicentenario y del centenario” dentro de la emoción de un orgullo “aparente”; los más dentro de un completo desconocimiento de la historia.
Aquellas luchas que emprendieron muchos de los personajes que hoy son nuestros héroes, pertenecieron al clero y no por ello se trataba de personas decentes, porque sus acciones en algunos casos estuvieron inspiradas en la generación de violencia e ingobernabilidad.
No es necesario buscar entre rendijas de la historia a este tipo de especímenes que causaron daño y muerte “en el nombre de Dios padre”. Están en cada página, atuendo, emblema y en las opiniones de quienes se sienten identificados, por la vocación religiosa de muchos de los actores de esta lucha de independentista.
De esta forma se ha aprovechado el pretexto para promover, o más bien “justificar”, acciones encaminadas por algunos curas para propiciar la inestabilidad social, bajo estandartes de “lucha” por los derechos del pueblo, quebrantando así la laicidad, es decir: ese mutuo respeto entre Iglesia y Estado, azuzando al pueblo desde el púlpito, en una campaña en pro de la insurrección, jugando con su fe y generando que esta se transforme en sentimientos de odio, rencor y antipatía, guiados no para defender la justicia social, la igualdad, o el amor al prójimo, sino para abrir paso a intereses económicos y políticos de quienes han olvidado cumplir con el segundo mandamiento de su propia iglesia. Si bien es cierto, la mayor parte de los actores de nuestra independencia pertenecieron a la Iglesia Católica, y lucharon por ideales de libertad del pueblo, también es real que la historia tiene líneas invisibles que no nos dejan ver algunas verdades que hemos leído a medias, donde se podrían conocer historias oscuras cubiertas de traición e incluso no de convicción de luchas liberales sino de oportunismo para la defensa de cuestiones personales.
Fray Servando Teresa de Mier reencarnó en Tatic
Una de esos sórdidos capítulos lo ilustra de cuerpo entero Fray Servando Teresa de Mier, quien vio su vestuario talar como una plataforma de formación, que en esa época no se otorgaba en cualquier sitio, ocultando su perfil revolucionario, mismo que, más tarde, bajo los preceptos de “lucha por los derechos de los indios”, no vaciló en utilizar el nombre de Dios para satisfacer sus intereses políticos.
Su historia no es ajena a nuestra realidad, en la que personajes como los obispos de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, Raúl Vera López –en menor escala- y Felipe Arizmendi Esquivel, evocan e imitan los “ideales” de Mier. Su paso por la “Catedral de la Paz” ha dado como resultado, intentos de inestabilidad en esta localidad. Esta situación no es extraña a esta diócesis, que también ha sido casa de otros ejemplares de la fauna eclesiástica que se han inclinado por la desestabilización, como sucedió durante la Revolución Mexicana con el obispo Francisco Orozco Jiménez, quien tuvo que ser sometido para evitar que generara mayores condiciones de ingobernabilidad. No se puede negar que la Iglesia es una institución que tiene una amplia convocatoria, sin embargo, muchos han confundido esta poderosa herramienta para dejar a un lado los verdaderos principios católicos y escudarse tras una sotana y de esa manera convertirse “según ellos” en actores en pro de los derechos del pueblo ¡Válgame Dios!
Fray Bartolomé y sus ideales
Nuestro repaso del último bicentenario de historia de México nos ha dejado como aprendizaje que por lo general los curas y jerarcas católicos no acostumbran asistir sin compañía a cuanto “jolgorio” se les invita o inventan. Y con ello no me refiero a los acólitos y al sacristán que tienen que existir hasta cuando se formulan chistes de la Iglesia o en toda fábula clerical.
La Iglesia infestada de pederastas y pedófilos también tiene franquicias que hablan de la “vocación de servicio”; la “ayuda al prójimo”; “la defensa del desvalido”, etc.
Uno de los ejemplos más cercanos a la fantasía es el Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de las Casas”, “Frayba” para los cuates, quien es regenteado por un sujeto que se siente la reencarnación de Juan Diego y que en lugar de usar cinturón, prefiere que lo paseen con cadena.
En el mes que se recuerda el descubrimiento de América valdría la pena preguntarse ¿qué diría el fraile nacido en Sevilla, España; que hizo estudios de abogacía en Salamanca si se enterara que su nombre se usa a diestra y siniestra para dirigir una falsa lucha por los pueblos indios?
¿Qué pensaría Fray Bartolomé de Las Casas acerca de Diego Cadena; su patrón Samuel Ruiz y la valiosa asesoría que reciben de monseñor Felipe Arizmendi? Toda vez que sus acciones van encaminadas a sembrar el odio; tensionar comunidades enteras; fustigar a quienes practican credos diferentes; proteger a europeos indocumentados, entre otras lindezas. Mínimo les pondría a la vista un fragmento de su obra Brevísima relación de la destrucción de Indias:" Os comportáis como los tiranos! Habéis procedido con violencia, lo habéis cubierto todo de sangre".
Úrgeles un examen de catecismo
Y entre Frailes te veas, si bien Fray Servando Teresa de Mier, utilizo su envergadura eclesiástica para disipar sus ideales políticos y por ello se convirtió en un experto en cárceles y fugas, al ser aprendido en diversas ocasiones debido a su comportamiento subversivo, tal parece que esta ideología es lo único que retoman de la historia en la diócesis de San Cristóbal, la insurrección. Claro está, que siempre aducirán que no están interesados en apoyar a ningún sector político, ¿será cierto?, o también se les ha olvidado lo de “No levantarás falsos testimonios ni mentirás”, habría que hacerles un examen de catecismo primero para ver cómo andan.Pero sin saber a ciencia cierta si los sacerdotes, diáconos y otros mandos eclesiásticos (algunos que asemejan rangos como en un Ejército) conocen el Padre Nuestro completo, los curas revolucionarios siguen evocando a líderes de la independencia y utilizan aun estandartes de los santos que más veneran los feligreses, escudándose tras ellos, y haciéndoles creer que es por mandato divino que se deben sublevar. Aunque se han dado casos como con el propio Fray Servando quien ya andaba poniendo en tela de duda el sentido y significado del lienzo surgido en el Tepeyac.
Hidalgo (quien también tiene su propia historia) decía: “el indulto es para los criminales, no para los defensores de la patria”, pero entonces, en nuestros días ¿Quiénes son los criminales? Y a su vez definamos ¿Quiénes los defensores de la patria, en este caso del pueblo?, habría que VER las cosas que predican desde el atrio, para JUZGAR qué es lo que quieren y entonces ACTUAR para erradicar esa clase de acciones. No cabe duda que es un original pecado el que comete esta diócesis, pues aún con todo lo que predican, caminan con bandera de victimas. Acaso no el “Frayba” ha fomentado pugnas intestinas en diversas localidades y defiende solamente a sus aliados; segregando; discriminando a quienes no se pliegan a “La otra campaña” o a sus “adherentes” o a sus “bases de apoyo zapatistas”.
Desde el feudo de Diego Cadena se repite la historia. Se pide indulto para los criminales que conforman su asociación delictuosa y desde sus trincheras arden antorchas internacionales para linchar a quienes no comparten su ideología y culto religioso, demostrando a saciedad su tozudez e intolerancia.
Una vez armado el mitote que traen entre manos, ponen rostros angelicales y realizan su plegaria: “ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte” ¿Con ello creen que “salvaran” a sus almas? ¿Cómo? si una vez culminado el rezo vuelven a la cargadaComo puede verse entre caudillos, pedófilos y afanosos practicantes de la pederastia se han confundido los conceptos primigenios de la Iglesia. Más de uno de estos elementos han servido en Chiapas de pretexto para confundir y obstaculizar el progreso de las acciones gubernamentales y no gubernamentales que se ven bloqueadas por ideales que esta diócesis esconde y que profesa para torcer la fe mansalva del pueblo, lo que los ubica en el catálogo de los curas sin cura.
Es por ello que, ahora hay comunidades que ve enemigos en instituciones que no lo son, y todo porque que han manipulado su sentir, su fe tan arraigada, permitiendo que obispos e instituciones como el “Frayba”, con esa “calidad moral” sigan ejerciendo sus tropelías, que lejos de defender los derechos humanos del pueblo, los han convertido en títeres de una lucha sin sentido.
No se detienen en la mentira, en la corrupción con tal de alcanzar lo que se han establecido como meta, ocupar espacios en la política. Pero como la Constitución es clara toda mezquindad desplegada por los curas esta escudada en elementos que sólo confunden al pueblo. Ellos buscan convertirse de verdad en luchadores sociales, pero su parcialidad los convierte en falsos redentores.
Ya es momento que esta diócesis retome los principios esenciales de la Iglesia y deje a un lado sus acciones ambiguas. Richard Dawkins decía: “la fe revelada… puede ser una tontería letalmente peligrosa… Peligrosa porque les inculca enemistad a otras personas etiquetadas únicamente por una diferencia en tradiciones heredadas. Y peligrosa porque todos hemos adquirido un extraño respeto que protege con exclusividad a la religión de la crítica normal. Todos tenemos derecho a creer en una religión, siempre y cuando no atente contra nosotros mismos, y menos si esto sirve para acrecentar el poder de líderes mal intencionados”.
Ya entrados en citas resulta imposible para chiapasreal.blogspot.com dejar a un lado ésta de el Dalai Lama quien ha dicho que “Honrar a Dios es fundamental, pero también lo es respetar a nuestro prójimo. De hecho la verdadera adoración a Dios es posible cuando uno respeta a su prójimo”. Luego entonces, si la Diócesis es quien representa ese poder del Creador, ¿a que están jugando? Si ellos son quienes dirigen nuestra fe. Al parecer como último recurso nos dejan traer a cuentas esta oración: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” Lucas 23: 34
miércoles, 13 de octubre de 2010
Un “original” pecado
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