· Criminales buscan impunidad presionando a la autoridad.
· El CDHFBC convertido en proxeneta de asesinos comunes.
· La otra cara de los de la Otra Campaña y su claro amasiato.
· El Gobierno debe de ejercer la autoridad y ser equitativo.
· Glotones sin llenadero buscan apoderarse del dinero de KZ.
Transgresores de la ley de oficio, al límite de lo criminal, los rijosos homicidas que asesinaron a sus vecinos por la ambición desmedida de arroparse de todos los ingresos que genera el turismo que visita las Cascadas de Agua Azul, siguen generando incertidumbre entre las comunidades que habitan al Norte de Chiapas.
Esos! Los mismos que impunemente, como se demuestra en la gráfica difundida por chiapasreal.blogspot.com portaban armas en el momento de su asalto a la primera caseta de cobro para acceder a una de nuestra maravillas naturales –por excelencia-, no cesan en sus afanes desestabilizadores por conseja del Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas”(CDHFBC), organización que en amasiato y amafiada con los integrantes de uno de los reductos con vocación torcida del EZLN, la llamada Otra Campaña, no cesan en sus afanes de sembrar odio y cosechar sangre inocente.
Aquellos que se cobijan en el CDHFC, organismo proxeneta que transita y actúa al amparo de la impunidad para herir, lastimar y matar, son los mismos que desde antaño fueron educados por JTatic para persignarse con la mano derecha, dejando a la izquierda la consigna de recibir los pagos de gobiernos manirrotos para que dejaran a la holganza los aperos de labranza, salvo a la hora de asesinar.
Hoy la lucha por el dinero; por la posesión de la caseta única de cobro propuesta para evitar litigios intestinos, se ha convertido en caldo de cultivo de nuevas plétoras de cerrazón, para volver inacabado un diferendo que sigue costando vidas.
Los de la Otra Campaña, los seguidores sempiternos del humo de la pipa de Marcos, el mismo que clama al choque entre las comunidades y que reniega y objeta la guerra que ha enderezado el presidente de México Felipe Calderón en contra el crimen organizado, no se han conformado con el precio de una vida; con saber viuda a una mujer y huérfanos a los hijos de un humilde ejidatario que se hallaba cumpliendo con una misión encomendada por la Asamblea a la que perteneció, hasta que fue ultimado, en la caseta de cobro, de manera cobarde por iracundos y sedientos señores de las llamadas bases de apoyo del EZ que quieren el control absoluto de la zona y el poder del dinero para seguir vejando a sus vecinos.
Qué pasa con la autoridad que debe hacerse cargo de la seguridad de los paseantes que de diferentes partes del estado, país y del mundo llegan a llenar sus ojos de admiración por las bellezas naturales que, también son rehenes, al igual que los turistas, de un grupúsculo de individuos que se sienten e iluminados, “tocados por Dios” como un día lo fuera Rasputín.
Qué solución habrá de cobijar la esperanza de labriegos cuyo único ingreso para mantener a sus familias deriva del control del derecho de paso; del irregular peaje que se cobra a quienes ingresan al área protegida de referencia, aunque para sorna del caso es habitada por quienes no están protegidos de los constantes ataques de los integrantes de la graciosamente llamada Otra Campaña, con el auspicio del Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las casas”..
La propuesta de establecer una caseta única como se propuso recientemente en Ocosingo impediría a los asesinos itinerantes, a las “Bases de Apoyo”, a mantener en el virtual secuestro a todas las almas que se arriman por necesidad, gusto o razones de turismo a las Casadas de Agua Azul.
Claro, eso no conviene a quienes buscan adueñarse a perpetuidad del tributo que se genera cada que ingresa al patrimonio de todos, una persona o grupo. Se entiende, quieren el plato lleno para la práctica insana de su glotonería de sus bolsillos sin llenadero; de su falta de escrúpulos que, a la manera de Maquiavelo, les lleva a matar si es preciso por las cuotas de paso, total “el fin justifica los medios”.
La autoridad no debe, una vez que ocupó los espacios de cobro, ceder el terreno a bando alguno como franquicia exclusiva. Debe partir del principio de la equidad para que a cada quien le toque de manera pacífica, legal, justa y ordenada la parte que le corresponde. La mitad, ni más ni menos.
Debe, además, hacer justicia a los deudos de los caídos en esta lucha donde la sangre estéril no abona a otra cosa que al encono generacional; a la angustiosa espera de un nuevo capítulo igual o peor al vivido el 2 de febrero del 2011, al otro, al otro, al otro, y así, a la disposición de conocer el nuevo saldo del estúpido juego del nunca terminar.
Ya basta! fue el reclamo en contra del Gobierno Federal de quienes se sentían agredidos por las instituciones. Y como parece que esa frase sí la conocen y la entienden, pues Ya basta!!! De nuevas agresiones; de chantajes e intimidaciones; de la pasividad del Gobierno; de la lentitud de la justicia; del ejercicio de la simulación del Frayba que pretende de seguir cubriendo lobos con piel de ovejas.
De que se repita otro capítulo inmundo de esta historia.
Ya basta! Ya basta! Ya basta!
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